Impuestos a las plataformas digitales.

 

El gobierno dominicano continúa demostrando una falta de coherencia en su accionar, con decisiones que, en lugar de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, parecen estar diseñadas para complicarla. Por un lado, se presenta un ambicioso plan de desarrollo hasta 2028 con la “promesa” de mejorar la calidad de vida y “fortalecer” el desarrollo sostenible del país. Sin embargo, por otro lado, se implementan medidas que afectan directamente el bolsillo de los ciudadanos, como la nueva carga impositiva sobre los servicios digitales.

Resulta contradictorio que un gobierno que dice buscar el bienestar de su gente decida gravar plataformas de entretenimiento digital, utilizadas por miles de dominicanos para su recreación y educación. En un contexto donde el costo de vida ya es alto, ahora se les impone una nueva barrera económica para acceder a contenidos culturales y recreativos.


Esta falta de coordinación en las políticas públicas refleja un problema más profundo: un gobierno que no parece tener una visión integral de desarrollo. Mientras en el discurso se habla de progreso y bienestar, en la práctica se adoptan medidas que erosionan la capacidad de consumo de la población, afectando especialmente a la clase media y baja.


Si la meta es realmente mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ¿por qué no enfocarse en reducir la carga tributaria en sectores esenciales o en mejorar la eficiencia del gasto público? En lugar de imponer más impuestos, el gobierno debería buscar alternativas que fomenten el crecimiento económico sin sacrificar la estabilidad financiera de la población.


El agregar ITBIS a los servicios digitales se carga directamente a los consumidores, ya que nadie regala su dinero y las empresas buscarán mantener sus márgenes de ganancia. En este escenario, es razonable esperar que las plataformas incrementen sus precios de manera inmediata para compensar cualquier tipo de medida que se les imponga.


Por ejemplo, consideremos algunos de los servicios digitales más populares en la región:


Netflix: Actualmente, el plan básico cuesta alrededor de RD$500 mensuales. Con un incremento del 18%, el precio pasaría a aproximadamente RD$590 o más.


Spotify Premium: Si hoy se cotiza en torno a RD$400, aplicando un aumento del 18%, el nuevo costo sería de cerca de RD$472 o más.


Servicios de videojuegos (como Xbox Game Pass): Con un precio actual aproximado de RD$600, el incremento situaría la tarifa en alrededor de RD$708 o más.


Estos aumentos son un claro reflejo de cómo las medidas impositivas, lejos de favorecer al ciudadano, terminan erosionando su poder adquisitivo y afectando la accesibilidad a servicios de entretenimiento y cultura. En vez de enfocarse en reducir la carga tributaria o mejorar la eficiencia del gasto público, el gobierno opta por incrementar las tasas, lo que repercute directamente en el bolsillo de la población y contradice la promesa de mejorar la calidad de vida.


Las decisiones deben ser tomadas con una visión de largo plazo y no simplemente como medidas recaudatorias que afectan a los más vulnerables. De lo contrario, el desarrollo sostenible que tanto se promete quedará solo en palabras.

Photo by freestocks.org

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