El Gobierno del Recule: Sin Planificación, Sin Consideración, Sin Respeto

El Gobierno del Recule: Sin Planificación, Sin Consideración, Sin Respeto
El desgobierno de Luis Abinader y su Partido Revolucionario Moderno (PRM) sigue sumiendo a la República Dominicana en el caos y la improvisación. Se pasan el tiempo lamentando que “no hay dinero”, justificando su ineficiencia con excusas baratas, mientras despilfarran los recursos públicos en decisiones absurdas y carentes de toda lógica.
El caso más reciente es la desastrosa decisión de trasladar la Dirección General de Pasaportes a un edificio en la Avenida Roberto Pastoriza, con un alquiler mensual de más de 4 millones de pesos. En un país donde el tránsito es un infierno y la gente clama por orden y planificación, el gobierno de Abinader opta por hundir aún más a los ciudadanos en el desorden, ubicando un edificio de alto flujo de visitantes en una zona ya congestionada.
¿El resultado? Un escándalo y un descontento generalizado. La población protestó, urbanistas advirtieron el desastre y hasta los más fieles defensores del gobierno no pudieron justificar semejante atropello. Y como ya es costumbre en esta administración, llegó el “recule” inmediato. La Dirección General de Pasaportes, acorralada por las críticas, anunció que “reconsideraría” la mudanza y que ahora estaban en búsqueda de una “nueva ubicación”. Un patrón repetitivo: actuar sin planificación, tomar decisiones erradas y luego echarse atrás cuando la presión se vuelve insostenible.
Este no es un caso aislado, sino el reflejo de la incapacidad absoluta del PRM para gobernar con seriedad. Mientras el gobierno sigue diciendo que no hay dinero, la realidad es que continúan tomando préstamos astronómicos. Solo el Presupuesto 2025 contempla endeudamiento por más de *RD$350,990 millones*. ¿Cómo es posible que el país esté cada vez más endeudado y, aun así, se gasten fortunas en alquileres millonarios y decisiones sin sentido?
Se han dedicado a improvisar, a engañar al pueblo y a tomar medidas sin el más mínimo respeto por las necesidades reales de la gente. Mientras tanto, los ciudadanos siguen pagando las consecuencias de su torpeza, atrapados en un país donde el desgobierno y la falta de dirección son la única constante.
La gran pregunta es: ¿Hasta cuándo los dominicanos seguirán soportando este desastre? ¿Cuánto más seguirá el gobierno jugando con la paciencia de un pueblo que ya no aguanta más? El “recule” no es más que un síntoma de la inoperancia de esta gestión. Un gobierno que no planifica, que no respeta a su gente y que solo reacciona cuando se siente acorralado no merece seguir en el poder. Y el 2024 dejó claro que el pueblo dominicano ya está cansado de tanta improvisación.
Photo by Alex Green