DIPUTADA PRM MENCIONADA EN EL CASO DE LAS 9.8 TONELADAS.

Señores, muy buenos días. Hoy quiero compartir con ustedes, de manera muy personal y directa, lo que está sucediendo en nuestro país y cómo se está manejando un tema que debería preocupar a todos. Agradezco al Dios Todopoderoso por permitirme llegar a sus hogares para reflexionar juntos sobre la selectividad con que se están tratando algunos casos de narcotráfico y corrupción.

Hace aproximadamente un año se produjo el decomiso de 9.8 toneladas de cocaína, casi 10,000 kilogramos, un hecho que dejó a la población en estado de asombro. Durante ese mes, mientras todos esperábamos una respuesta contundente, la información se manejó con una discreción que no se ha visto en otros casos. La forma en que se filtraron y se han presentado las pruebas—ese compendio de evidencias que en otros momentos se hace público de inmediato—hoy nos genera serias dudas.

En particular, quiero centrarme en el caso de la operación Pantera 7, donde el joven Alexander Enrique Castro, considerado el octavo implicado, aparece en el marco de una investigación que involucra también la entrega de material probatorio por parte de una diputada. Esta situación, en la que se mezcla la inmunidad parlamentaria y la posible complicidad, nos obliga a cuestionar: ¿por qué cuando el implicado proviene de ciertos sectores se maneja el silencio y la discreción, mientras que otros casos se vuelven mediáticos en cuestión de días?

No soy de aquellos que se toman a pecho las críticas personales, pero sí siento la obligación de denunciar lo que veo como un doble rasero en la justicia de nuestra República Dominicana. No podemos seguir permitiendo que, en un mismo país, se aplique una ley para unos y otra para otros. Mi compromiso es con la verdad y con ustedes, y por ello sigo haciendo preguntas, exigiendo claridad y transparencia en el manejo de estos casos.

Les invito a que reflexionen sobre lo que significa esta selectividad en la justicia: ¿qué mensaje estamos enviando a la sociedad cuando se permite que la corrupción y la impunidad se oculten tras un velo de discreción selectiva? No se trata solo de un caso aislado, sino de un síntoma de una problemática mayor que afecta a nuestra democracia y a la confianza de los ciudadanos en nuestras instituciones.

Los invito a no conformarse con la versión oficial de los hechos. Es fundamental que exijamos una justicia imparcial y que nuestros representantes rindan cuentas de manera clara y abierta. Mientras persistan estos manejos opacos, la ciudadanía debe mantenerse vigilante y exigir respuestas.

Muchas gracias por acompañarme en este análisis. Seguiremos denunciando y cuestionando, porque solo así lograremos construir un país más justo y transparente para todos.

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